Desde pequeña sentía y veía más allá de lo evidente, pero fue tras un periodo de profunda transformación personal cuando comprendí que mi sensibilidad era un canal de luz al servicio de los demás.
Mi propio proceso de sanación me llevó a conectar con el Reiki, los Registros Akáshicos y otras terapias energéticas.
Comprendí en mi propia piel cómo las medicinas alternativas me ayudaron a seguir adelante, y desde entonces dedico mi vida a mi gran propósito: acompañar a otros a reencontrarse con su esencia y recordar su poder interior.
Este propósito no es solo una frase; es la energía que impregna cada sesión. Lo que más me repiten las personas que acompaño es la sensación de "volver a casa".
Se sienten profundamente vistas y sostenidas, a menudo por primera vez, en un espacio seguro y sin juicios. El beneficio más inmediato es un alivio palpable, como soltar un equipaje antiguo que ya no les pertenece.
A medida que avanzamos, ganan claridad mental, su 'run-run' se calma y empiezan a escuchar su propia intuición. La sanación que propongo no es un camino intelectual, es una experiencia sensorial y energética.
Notan cómo su cuerpo se relaja, cómo la tensión en los hombros desaparece y cómo su respiración se vuelve más profunda. El beneficio se extiende más allá de la sesión: empiezan a poner límites con más amor, a hablarse con más respeto y a tomar decisiones alineadas con su verdadera esencia, no con sus miedos.
"És un espacio de Confianza, en el que puedes ser Tú"
"Fadma es la persona más adecuada, hace magia en minutos"
"Cruce el oceano por vivir esta experiencia, no vas a perder nada por probarlo"